El Rey, con Pedro Sánchez, en La Zarzuela el pasado noviembre
Casa Real La puerta incógnita por la que Sánchez entró en Zarzuela para ver al Rey
Es la misma que utilizó el equipo de TVE para llevar el mensaje grabado de Don Juan Carlos que frenó el golpe de Estado del 23-F, mientras un coche cebo salía por Somontes
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, accedió el pasado lunes al Palacio de La Zarzuela para ver al Rey por la puerta de Valdemarín, una entrada incógnita para la mayor parte de los ciudadanos, pero que es la más cercana al Palacio de La Moncloa, pues está a apenas seis o siete kilómetros que se recorren en seis o siete minutos.
A esta entrada se accede desde la carretera de La Coruña por el barrio de Valdemarín, situado en el distrito de Moncloa-Aravaca, pero es una puerta de uso muy restringido. De hecho, la mayor parte de las personas que acuden al Palacio de La Zarzuela acceden por la puerta de Somontes, la de la carretera de El Pardo. Y, si uno se equivoca e intenta entrar por Valdemarín, los servicios de seguridad le obligarán a dar inmediatamente la vuelta y acceder por Somontes.
Al presidente del Gobierno sí se le permite acceder por la puerta de Valdemarín, que ofrece mucha más privacidad que Somontes. De hecho, los periodistas que aguardaban el pasado lunes en La Zarzuela no vieron a Sánchez ni entrar ni salir, porque esperaban en el único lugar que lo podían hacer: la entrada de Somontes. La Casa del Rey tampoco confirmó en ningún momento que el presidente del Gobierno hubiera acudido a despachar con Don Felipe. Pero el propio Sánchez se ocupó de difundir que había estado en La Zarzuela porque le convenía a sus intereses.
La noche del 23F
Precisamente por la puerta de Valdemarín salió la noche del 23 de febrero de 1981 el coche que llevaba a TVE el mensaje grabado del Rey Don Juan Carlos que frenó el golpe de Estado, mientras que por la puerta de Somontes salió una aparatosa comitiva con escoltas y con cintas vírgenes que actuó como cebo, por si los golpistas intentaban interceptar el mensaje. Así lo relataba el periodista Jesús Picatoste, que acudió con Pedro Erquizia a grabar el mensaje.
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